El emprendedor social es aquel líder que evidencia un problema social y decide colaborar desarrollando una idea que permita mejorar dicha circunstancia. Su motivación primordial no es el beneficio económico -aunque busca la sostenibilidad del proyecto para garantizar su viabilidad-, sino el impacto positivo en la sociedad, ayudando a mejorar la vida de otras personas.

Todos somos capaces de emprender, de seguir un pensamiento y recorrer el camino necesario hasta conseguir lo que nos proponemos; más allá de las dificultades o posibles riesgos inherentes. Lo único que necesitamos en creer que lo podemos lograr.

Somos emprendedores sociales cuando levantamos una empresa y creamos puestos de trabajo, cuando desarrollamos productos o servicios que otras personas necesitan, cuando a través de nuestra actividad colaboramos con colectivos desfavorecidos, cuando mediante nuestro trabajo incentivamos la cultura y el desarrollo personal, cuando nos preocupamos por proteger nuestro planeta y decidimos hacer las cosas de mejor manera por nosotros, por los demás y por los que vienen detrás.

Todos podemos actuar como emprendedores sociales, independientemente de la organización en la que estemos y la labor específica que llevemos a cabo. Depende únicamente de nuestra actuación ética y la voluntad de seguir un pensamiento o una idea que trascienda el bienestar personal y nos invite a pensar en el bienestar de las personas en su conjunto.

Como en el caso de una semilla germinada que da paso a una planta y que da vida a un sinfín de flores y frutos, una acción impulsada por un emprendedor social trasciende el colectivo inmediato de impacto, ya que su efecto es tan poderoso que influirá en otras personas y desarrollará nuevas ideas y nuevas semillas de futuro.

Las personas más concienciadas con las necesidades del prójimo, son aquellas que han visto más allá de su realidad individual y quieren ayudar a construir un mundo mejor para todos. Allí donde la mayoría ve un problema, el emprendedor social ve una oportunidad para contribuir a mejorar la sociedad.

“Cuanto más rápido cambia el mundo, más importante es que vayamos más allá de dar peces o ayudar a la gente a aprender a pescar (…) Y eso requiere de emprendedores. Además, tenemos que asegurarnos de que cada cambio es para el bien común. Por eso el mundo necesita emprendedores sociales, hombres y mujeres cuyas vidas, y por lo tanto sus trabajos, funcionen para el bien de todos. Les necesitamos individualmente y como una gran comunidad que trabaja de forma conjunta». Bill Drayton (Nueva York, 1943 – Presente)

El reconocimiento y el crecimiento de este movimiento en el Mundo es producto del despertar de nuestra conciencia colectiva. Los emprendedores sociales son personas con una fibra ética incuestionable, gente que decide “creer” antes de poder “ver”, personas con una inmensa valía social, que saben atacar los problemas con soluciones innovadoras y creativas. Nuestra sociedad necesita de esta fuerza transformadora, de estas personas que creen en el cambio y que se comprometen con su esfuerzo y dedicación a luchar por ideas que favorecen el emprendimiento social.

“¿Qué supone la creación de un “Mundo mejor”? Esta expresión no alude ingenuamente a concepciones abstractas o a realidades inalcanzables, sino que orienta más bien a buscar un desarrollo auténtico e integral, a trabajar para que haya condiciones de vida dignas para todos, para que sea respetada, custodiada y cultivada la creación que nos han entregado”. Papa Francisco (Argentina, 1936 – Presente)

Entre todos podemos construir el mundo que queremos, con el que soñamos. El primer paso radica en predicar con el ejemplo.

Emprendedor social

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